La batalla de Teruel y el Frente de Levante
El pasado 12 de diciembre, en vísperas del 80 aniversario de la Batalla de Teruel, los aguerridos compañeros de 2º de Bachillerato, junto con algunos profesores del departamento de Geografía e Historia y la inestimable colaboración de Alfonso Casas, desafiaron las adversas condiciones climatológicas para experimentar, siquiera mínimamente las condiciones en las que tuvieron que combatir los soldados durante la Guerra Civil.
La excursión comenzó rindiendo un merecido homenaje a aquellos ciudadanos que fueron represaliados durante el conflicto, algunos por razones tan nímias como haber estado afiliados a algún partido o sindicato del Frente Popular o por ser simplemente simpatizantes de los mismos. Para ello se efectuó una breve visita a los Pozos de Caudé, donde, como cada año, los alumnos buscaron entre las lápidas y recordatorios a posibles familiares o vecinos de pueblo que acabaron sus días en tan triste lugar.
Antes de visitar las líneas de trincheras y fortificaciones de Sarrión hicimos un pequeño descanso para entrar en calor y hacer acopio de fuerzas que nos permitiera afrontar con mejor ánimo el frío reinante.
El breve trayecto que separa Sarrión de la línea de trincheras supuso una pequeña odisea, dado que nos extraviamos y a que en la carretera había caído una ligera nevada que se había quedado congelada haciendo el sinuoso trayecto un poco más complicado. Cuando por fin alcanzamos nuestro objetivo los alumnos, como si de soldados de la guerra civil se tratara, se entretuvieron en romper el hielo de una charca, en este caso no por la necesidad de obtener agua para beber, si no por el mero placer de perforar la gruesa capa de hielo que había en su superficie.
Una vez en la línea de trincheras Alfonso Casas nos explicó no sólo la Batalla de Teruel, si no también el papel que jugó esa línea de trinchera en el avance del bando nacionalista hacia Levante. Mientrás los alumnos escuchaban las explicaciones el frío y el viento reinante permitió rememorar, al menos en una pequeña parte, las duras condiciones que soldados, de edades similares a las suyas, tuvieron que padecer 80 años atrás, agradeciendo, como ellos, la protección al viento y al frío que ofertaban algunos de los escasos búnqueres que conserva la mencionada línea de trincheras.
No obstante, como corresponde a la edad, siempre se puede encontrar un momento para departir con tus compañeros de trinchera mientras lías un cigarrillo, como hace 80 años, o para inmortalizar el momento, como requieren los nuevos tiempos.